Situado en la margen derecha del Barranco de Añavingo o de Amance, esta calle forma parte del antiguo”Camino que va al agua”, en referencia al principal punto de abastecimiento hídrico de Arafo. Por las atarjeas corría el agua procedente de las galerías de Añavingo y Los Huecos. La construcción de este canal y acueducto o arcada, esta vinculada a la ejecución del molino al que servían las aguas. Esta obra datada en 1895 , se realiza tras la compra de los terrenos por Antonio Marrero Pérez, “el molinero viejo”, que tras haber conseguido unos ahorros mediante el comercio de vinos y aguardientes con Venezuela, solicita del ayuntamiento este solar, sacado a subasta por el ayuntamiento con la condición de que solo pudiera hacerse una obra de utilidad para el vecindario, al mismo tiempo que se impuso la condición para el uso del agua como fuerza motriz, de mantener en buen estado la canalización y el agua que pasaba por ella. Tras la adquisición de los terrenos por Antonio Marrero Pérez, por un módico precio ya que fue el único que se presentó a la subasta, se comenzaron los trabajos de ejecución de los nuevos canales. Se generó una bifurcación de las aguas manteniendo el paso hacia el abasto público y realizando un nuevo canal que mediante un acueducto ejecutado por el maestro de obras Juan de Padrón, que también ejecutó las obras correspondientes al molino sobre el que vertían estas aguas como fuerza motriz. Este canal continua su curso dando servicio a los lavaderos, chorros de abastecimiento de agua y un pequeño estanque vertiendo finalmente en un cantonera de aguas sobrantes para su reutilización en los riegos agrícolas.
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