La edificación, originalmente de dimensiones modestas y aspecto humilde, está constituida por una sola crujía cuadrangular, de dos alturas, de modo que adosa su lado menor a la calle. Actualmente, tras esta primitiva construcción, se erigen diversos volúmenes constructivos, que dan cobijo a diversas estancias, dando holgura a la habitabilidad de la vivienda. En la parte más profunda de la parcela, dispone de un patio trasero, lindando con el cauce del barranco de Las Monjas. La fachada, orientada al nor-noroeste -siguiendo la alineación de la calle-, presenta tres vanos desordenados de distinto tamaño y proporción: una ventana de cuarterones, de proporciones casi cuadradas, en planta alta; una ventana, más pequeña y estilizada, en planta baja; y, también en planta baja, la puerta de acceso, adosada a la medianera izquierda de la propiedad. Dicha puerta, de presencia actual, se retranquea, dejando ante sí un porche de acceso de reducidas dimensiones, cercado con una puerta de rejería de medio cuerpo. El plano de la fachada se remata horizontalmente en su extremo superior con una cornisa cóncavo-convexa, incorporada en la última reforma, y con un alero de dos filas de dientes. Consultada la información gráfica del Catálogo de Edificaciones Protegidas de San Juan de La Rambla, de 1999, la fachada se mostraba por entonces con un aspecto distinto: carecía de cornisa; la cubierta inclinada se ocultaba tras un parapeto de fábrica; la ventana de la planta alta incluía un montante superior acristalado; y la puerta de acceso no estaba retranqueada con respecto a la línea de fachada. Además, se puede apreciar en dicha información gráfica que la carpintería de la planta baja presentaba un diseño propio de principios del siglo XX, con hojas de batientes acristaladas. No obstante lo anterior, es probable que el aspecto actual de la casa sea más cercano a su impronta original que la que presentaba en 1999, sobre todo en cuanto a tener el alero visible y la puerta sin retranquear. La carpintería, de madera, presenta un diseño desigual que viene a corroborar los indicios de modificación original ya descritos. La ventana de la planta superior, es de madera de labra actual, y está formada por dos hojas batientes hacia el exterior con postigos en el cuerpo principal y antepecho de madera. Presenta cuarterones geométricos de molduración curva y contra-curva en la parte intermedia de las hojas y orgánicos en la parte superior y en los tres cuarterones del antepecho. El marco de la ventana muestra también molduración de curva y contra-curva. La ventana de la planta inferior es también de madera de dos hojas batientes, con antepecho de fábrica, y de su tamaño, proporción y diseño, se deduce que surgió de la modificación que sufrió la casa a principios del siglo XX. En la última reforma se le retiraron las hojas acristaladas del cuerpo principal. En su parte superior ofrece un montante acristalado de diseño orgánico. La cubierta que presenta la casa es inclinada a cuatro aguas, de teja curva. A simple vista, atendiendo a la cuidada disposición de las tejas y al sano aspecto de las mismas, se observa que la cubierta ha sido rehabilitada en tiempo reciente. Anteriormente a esta rehabilitación, la cubierta inclinada estaba oculta tras un parapeto de fábrica, aunque no se puede afirmar que ésta fuera la solución original de la fachada.
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