Situado al sur del casco urbano de Arafo, en un sector de medianías conocido como “Costilla” y a unos 650 metros sobre el nivel del mar, se encuentran las ruinas de la antigua alquería agustina de “Lo de Ramos”. Ubicado en una ladera de pendiente inclinada que conformó un enclave agrícola cuyo origen se vincula al asentamiento de una comunidad de frailes agustinos, quienes en el pasado cultivaron gracias a la organización del terrazgo en bancales escalonados con muros de piedra seca. Siendo afectados parcialmente por la erupción del volcán de Las Arenas o volcán de Arafo, en 1705, de cuya muestra puede observarse una de las coladas basálticas que queda localizada dentro del conjunto. Este asentamiento Agustino tiene su origen tras la conquista de Tenerife por el Adelantado Fernández de Lugo, quién en el 10 de julio de 1503, concedió un importante data de aguas y tierras al conquistador D. Gonzalo Mejías de Figueroa. En 1509, la adjudicación de dicha data fue confirmada por el reformador Lcdo. don Lope de Sosa. Pero poco tiempo después, el 31 de julio de ese mismo año y ante el escribano público don Antón Vallejo, este beneficiario cedió dichos nacientes, con los terrenos en que brotaban, al convento agustino del Espíritu Santo de La Laguna, que a partir de entonces sería el principal propietario del lugar, situación que se mantuvo durante varias centurias. Los agustinos canalizaron las aguas del naciente de “Añavingo” y pusieron en explotación agrícola las tierras de Arafo. Estos frailes transmitieron a los araferos los conocimientos necesarios para cultivar la vid, al mismo tiempo que cultivaron cereales, hortalizas y frutales; destacando de entre ellos los castañeros, naranjeros, perales, almendreros, durazneros e higueras, que convirtieron a Arafo en un auténtico vergel, pues al no existir por entonces tantas plagas, las frutas eran abundantes, hermosas y sanas. Los frailes agustinos construyeron una alquería o casa de labor, con su oratorio, en su nueva hacienda agrícola arafera, en este lugar denominado “Lo de Ramos”, que también fué conocido en el pasado como “Fraile Ramos” o “Lagar del Clérigo”; dicho establecimiento motivó que San Agustín fuese el primer santo venerado en Arafo, pues los religiosos inculcaron a los vecinos la devoción por el Santo. Este santo ya poseyó una imagen en 1745 en la ermita de San Juan Degollado, probablemente donada por los agustinos, que enseguida gozó de gran devoción en el vecindario, como quedó de manifiesto en 1751, al producirse el prodigio o “milagro” de San Agustín en el Barranco de Añavingo, con la recuperación de los nacientes de agua. Durante el siglo XVI y XVII el mencionado convento cedió dichas tierras y aguas en tributo a distintos Vecinos de Arafo destacando entre ellos la familia a de los “Nuñez”, quienes pusieron las tierras en explotación pagando los correspondientes tributos a los frailes. Durante la Desamortización acaecida en el Siglo XIX, los edificios de la alquería, con la finca colindante, pasaron en relativo buen estado a manos del propietario arafero don Domingo García Torres (1806-1887), incluso con su techumbre y corredor. Pero según cuentan los descendientes de éste, sus enemigos políticos le prendieron fuego a las edificaciones, que quedaron en ruinas desde entonces. Tras su muerte, la propiedad pasó a uno de sus hijos. En mayo de 1993 la oficina técnica del Ayuntamiento de Arafo redactó el proyecto de una capilla en Lo de Ramos. Ese mismo año comenzaron los movimientos de tierra y las obras de construcción, durante las cuales se procedió al vallado y ajardinado del recinto. En 1998, la capilla fue decorada por el pintor palmero don Roberto Rodríguez, Hijo Adoptivo de Arafo. Simultáneamente, junto a esta capilla se habilitó un parque recreativo, dotado de todo lo necesario (mesas, bancos, fogones, etc.), que fue inaugurado el 12 de diciembre de dicho año. En 2005, gracias a un convenio con el Cabildo, el Ayuntamiento realizó obras de acondicionamiento en esta zona recreativa, consistentes en la construcción de los servicios masculinos y femeninos, así como de un pequeño aljibe para el suministro del parque; con anterioridad, se habían restaurado los tres hornos. Por su parte, la capilla fue puesta a disposición de la parroquia, bajo la advocación del Apóstol Santiago; también se colocó en su interior una imagen de San Andrés. En el año 2008 el conjunto de “Lo de Ramos”, con sus ruinas, estanque, hornos y calvario, fue declarado por el Gobierno de Canarias como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Histórico, por Decreto 237/2008, de 9 de diciembre. |
MUNICIPIO Arafo ZONA La Costilla DIRECCIÓN Camino las cuestas s/n COORDENADAS UTM X 359.847,12 Y 3.135.103,20 |
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DECRETO 237/2008, de 9 de diciembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Histórico, el lugar conocido como “Lo de Ramos”, situado en el término municipal de Arafo, isla de Tenerife. |
Rodríguez Delgado, Octavio.: El asentamiento agustino en Arafo. la alquería y oratorio de “Lo de Ramos”. [blog.octaviordelgado.es] Rodríguez Delgado, Octavio.: Historia religiosa de Arafo, Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Arafo, 1995 Fariña Pestano, F.: La Historia de Arafo, Ayuntamiento de Arafo. 2004. Fariña Pestano, F.: Un recorrido por el patrimonio arquitectónico y etnográfico de Arafo: sus bienes de interés cultural y otras propuestas de incoación. VVAA: Patrimonio del casco histórico de la villa de Arafo, Trabajo Fin de Master internacional en rehabilitación del patrimonio edificado, CICOP, 2004. |
Valoración | 4 |
Comentario | En un lugar con una gran historia que debe ser conocida, y que hasta hace poco había pasado desapercibida para mí. Creo que todos debemos conocer nuestra historia y valorar lo que tenemos. Muchas veces desconocemos lo que tenemos en nuestro entorno, y no lo apreciamos. En un lugar que debe estar más cuidado, siendo un bien de interés cultura, creo que debería tener otro tratamiento que preserve su conservación ya que lo que queda es muy poco y en ruinas, pronto si no se pone remedio, apenas se adivinará lo que allí estuvo y cuando desaparezcan las placas que lo lo nombran, solo faltara que ya nadie se acuerde del lugar, ya que no quedará nada. El entorno debe contar con mayor protección, y todos debemos conservarlo, se ven los estragos del vandalismo, incluso en las obras recientes que se han hecho. Es una verdadera lástima. |
Autor | Juan Delgado |
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Valoración | 1 |
Comentario | El estado es penoso. Hay restos de coches quemados, cristales y las yerbas le llegan a uno a la cadera. La capilla está llena de basura, el atrio tirado en el suelo, las pinturas de Roberto Rodríguez afectadas, a los hornos les faltan piedras, las ruinas de la alquería están colonizadas por tuneras y el aljibe está cercado con unas rejas que dan pena. Una auténtica vergüenza. |
Autor | Anónimo |
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