Los orígenes de los elementos etnográficos de Arafo comienzan con la incorporación en 1496 de Tenerife a la Corona de Castilla, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo procedió al reparto de tierras y aguas entre los conquistadores, implantando un gran ingenio azucarero en el Valle de Las Higueras. Otorgando gran cantidad de estas tierras y aguas a comienzos del siglo XVI a D. Gonzalo de Mejías y a D. Hernando de Fuentes. Por lo que cabe destacar que los principales poseedores de las tierras de Arafo fueron dos órdenes religiosas, Los Agustinos del convento del Espíritu Santo que en 1509, que recibieron terrenos y aguas de D. Gonzalo de Mejías, lo que propicio la creación de la alquería de “Lo de Ramos” . Donde estos mojes comenzaron a transmitir el conocimiento y prácticas en las labores de la agricultura y ganadería entre los primeros pobladores de Arafo. Al mismo tiempo en 1620 los frailes dominicos de Candelaria compraron terrenos en Arafo a D.Tomás Pacheco Solís, en los que construyeron la antigua alquería de “La Granja” dedicando también estas tierras a la explotación agraria, cediendo estas por el pago de tributos a los pobladores. De ello que las labores vinculadas a la agricultura, quedan aún presentes en el municipio con elementos etnográficos características de estas, como lagares, eras y hornos Al mismo tiempo cabe destacar las labores realizadas por los habitantes de Arafo, en lo que al aprovechamiento del agua se refiere, construyendo canales, estanques e ingenios que aprovecharon estas aguas para su uso, como es el caso del sitio etnográfico del molino y lavaderos. |