Esta calle –que debe su nombre al acontecimiento ocurrido el 25 de Julio de 1797, es decir al rechazo del ataque e intento de invasión, llevado a cabo por el Almirante Horacio Nelson sobre la capital tinerfeña,- es el eje principal en el entramado urbano del Barrio de los Hoteles-Pino de Oro. La avenida, conocida en ese momento como Gran Vía, formó parte del Plan de Ensanche de Santa Cruz de Tenerife, realizado por el arquitecto Manuel de Cámara en 1888. Se proyectó con el fin de unificar los tres espacios urbanos como eran la Plaza Weyler, de carácter militar y administrativo, la Plaza de Veinticinco de Julio (residencial) y la plaza elíptica del Paseo de Los Coches (actual Rambla de Santa Cruz), zona residencial y de recreo. Así en 1903, la comisión del ayuntamiento aprobaría la prolongación de esta calle hasta la Calle Robayna. Este proyecto partiría, no obstante, de los idearios para la organización social y urbana de Santa Cruz, descritos por Patricio Estévanez desde 1881, donde el mismo ya proyectaba la imagen de una gran avenida para la ciudad, haciendo alusión a las grandes avenidas de las principales ciudades de la península. En 1924 se abrió al tráfico uniendo la Plaza del General Weyler con el Paseo de los Coches (Rambla de Santa Cruz), incorporando una glorieta o plaza por la que atravesaría las futuras calles de Viera y Clavijo, General O’Donnell y Costa Grijalva. A lo largo de dicha vía destacan edificios emblemáticos tales como, la Plaza de 25 de Julio, popularmente conocida como Plaza de Los Patos, el Palacete Martí Dehesa, la Iglesia de San Jorge o la Farmacia Castelo entre otros, los cuales forman parte de un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural en 2007, llamado Barrio de los Hoteles.
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