Antiguamente se llamaba Plaza de Santa María en honor a la antigua ermita que se situaba en el lugar. Una vez ésta fue sustituida por la iglesia parroquial recibe el nombre de Plaza de Nuestra Señora de Los Remedios, que se mantuvo hasta 1819 en que la iglesia adquiere la categoria de Catedral, con lo que se la empezó a conocer como Plaza de La Catedral. Posteriormente se la denominó también Plaza de Fray Albino como recordatorio del que fuera Obispo de la Diócesis durante veinte años (1925-1945), hasta que el Ayuntamiento acordó en 2004 recuperar el antiguo nombre de Plaza de Los Remedios. Su implantación se produjo en el primitivo eje central del primer núcleo trazado con la antigua denominación de la calle de la Carrera, que serviría como eje de unión de las dos villas, en el lugar donde existían los corrales del Concejo, unas casas del mesonero Campos y parte del primitivo cementerio colindante con la ermita. La decisión de situarla en este emplazamiento correspondió al Adelantado, que desde 1500 había previsto el lugar como sede de la parroquia principal de la Villa. En su entorno se edificó la segunda iglesia o ermita de La Laguna que fue la de Santa María de la Expectación, y mas tarde cambiada a iglesia parroquia de Nuestra Señora de Los Remedios, por lo que, en algún momento también se llamó Plaza de Los Remedios. estuvo adornada con plátanos del Líbano y tuvo dos estatuas, una de San Pedro y otra de San Pablo, donde se solían reunir algunos vecinos en animadas tertulias. En 1908 se arregló en este lugar un pequeño jardín con un estanque que hubiera debido tener su pareja en el otro extremo de la plaza, pero cuyo proyecto fue abandonado. En el estanque se colocaron algunos patos, por lo que popularmente se le conoció también a la plaza como la de los patos. El estanque fue eliminado en la última remodelación de la plaza en el año 2014 en el nuevo planteamiento urbanístico del Plan especial de Protección del Centro Histórico. En la plaza se ubica un busto de don José Hernández Amador (1877-1950), catedrático y poeta lagunero, cofundador y primer presidente del Ateneo que está en la acera de enfrente, otro busto en honor a José Peraza de Ayala(1903-1988), historiador y cronista de la ciudad, que llegó a ser el primer director del Instituto de Estudios Canarios y publicó la recopilación de Ordenanzas de Tenerife realizada en el siglo XVII por el historiador Nuñez de la Peña.El busto se encuentra sobre base y respaldos trapezoidales de mármol, y un busto del Obispo Pérez Cáceres (1892-1961), Obispo de Tenerife recordado fundamentalmente por su gran caridad y simpatía personal. El busto se situa sobre base cuadrada de cantería.Frente a la plaza se encuentra el Ateneo que se fundó en 1906 y donde antes estuvo ubicado el teatro Viana. La fisonomía de la plaza ha variado en función de las abundantes y variadas obras realizadas en cinco siglos. El impulso que recibió la zona fue gracias a la construcción de la iglesia parroquial que exigía un espacio más amplio, por lo que en 1550 el gobernador Hernán Duque estrada mandó derribar unas casas pequeñas junto a la iglesia para ampliar su entrada y facilitar el paso de las procesiones. Según se desprende del primer plano de la ciudad de 1588, la plaza ha mantenido aproximadamente su perímetro hasta la actualidad. Se han documentado diferentes proyectos de pilares de agua, con el fin de paliar el desabastecimiento de la Villa de Arriba, pero nunca llegarían a realizarse. uno de ellos consistía en un pilar formado por una "giganta" con los pechos descubiertos por los que saldrían dos caños de agua, y dos leones a los lados, según modelo de una plaza de Granada. se conoce también que hasta el siglo XVIII la plaza se ornamentaba con las estatuas de san pedro y san Pablo, frente alm actual Ateneo. pero a pesar de estas pequeñas obras, a comienzos del siglo XIX la plaza no era más que un espacio situado entre la fachada del templo y las calles adyacentes. Hasta ese momento y a pesar de su centralidad con respecto a la ciudad, mantuvo una posición secundaria con respecto a otras plazas laguneras, por sus reducidas dimensiones y su escasa diferenciación dentro del viario urbano. La situación cambió cuando en 1819 se creó el Obispado de Tenerife, con lo que la primitiva parroquia fue elevada a la categoria de catedral, cobrando entonces una importancia sin precedentes. esta nueva función del templo obligó a realizar fiferentes obras, tanto en el edificio como en su contorno. Tras la intervención del Plan Especial de Protección del Centro Histórico es una de las plazas más concurridas, escenario de diferentes actos tanto religiosos como lúdicos, en gran parte por su situación céntrica con respecto a la ciudad. |
MUNICIPIO San Cristóbal de La Laguna ZONA Distrito1- Centro Histórico DIRECCIÓN Plaza de la Catedral |
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