Esta edificación religiosa situada en la zona de Palo Blanco, junto al antiguo camino que subía a la cumbre, tiene su origen en una antigua ermita dedicada a Nuestra Señora de Los Dolores, construida en el siglo XVIII, por la familia Fernández Vasconcelos. En 1963, es nombrada parroquia, siendo poco después relegada, por la construcción en los años ochenta de un nuevo templo de mayores dimensiones situado junto a éste, al que posteriormente se traslada la institución. Se conservan piezas interesantes, como la imagen titular, de talla completa, que intenta emular su homónima de la parroquial de San Juan Bautista de La Orotava, conocida como Virgen de Gloria, obra del escultor grancanario José Luján Pérez (1756-1815), además de otras esculturas, como el Niño Rey donado por Agustín Fernández Vasconcelos tras la construcción de la Ermita a mediados del siglo XVIII, la imagen de San Antonio de Padua y de San Agustín, también del siglo XVIII, y el grabado de pequeñas dimensiones que representa a la Virgen de los Dolores, de pie, con los brazos abiertos, mirando hacia lo alto, el cual se halla protegido por un destacado marco plateado. El edificio ha sufrido varias intervenciones, donde se sustituyo su cubierta original a dos aguas con teja árabe por una bóveda de cañón, y actualmente se encuentra desprovisto de cualquier objeto de culto.
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