El viejo Teatro de Teguise está situado cerca de la casa donde vivviera el Marqués de Herrera, en las afueras de la población.
Ocupa el solar de la antigua nave de la ermita del Espíritu Santo, fundada en 1730 por el presbítero D.Agustín Rodríguez Ferrer y posteriormente convertido en hospital y Casa Cuna. Desde 1825 se levantó como espacio dramático siendo el tercero que se construía en canarias y actualmente es el más antiguo de los conservados en la provincia de Las Palmas.
Un siglo más tarde, en 1995, el Ayuntamiento de Teguise lo acondicionó recuperándolo para la población, quedando de dicha intervención como valor añadido el respeto que se tuvo con las fachadas originales y la baja volumetría del inmueble.
La Ilustración contribuyó al desarrollo del concepto de la “moral cívica”, y el teatro más que una expresión arquitectónica, se convirtió en una institución moral. La representación teatral era un medio para escapar de la realidad, a través de ella se evocaban principios, reafirmaban máximas e imponían normas de vida que se ajustaran a los nuevos ideales. Durante el siglo XIX, por su carácter público se le atribuyen al teatro nuevas funciones y desde el escenario se propagan las nuevas lecciones de virtud cívica; desde allí, se intenta instruir y educar.
Por este teatro han desfilado varias generaciones de aficionados al teatro de Teguise. En su salón se daba cita toda la élite cultural del momento para disfrutar de la única manifestación de este tiempo que había en lanzarote. El grupo "Esperanza y Manuela Spinola" ha conservado viva esta tradición a lo largo de muchos años.
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