José de Anchieta y Llarena (1534-1597).
Sacerdote Jesuita natural de La Laguna. Ingresó en la Compañia de Jesus en 1551 y se trasladó a Brasil en 1553 donde fué provincial de su Orden. Se le ha denominado "Apostol del Brasil". Fundador de Sao Paulo sus virtudes fueron declaradas en grado heroico por Clemente XII el 10 de agosto de 1736.
Orígenes
De ascendientes vascos (Juan de Anchieta), emparentado con San Ignacio de Loyola, José de Anchieta nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de La Laguna. Tras su formación inicial en Canarias, su familia lo envió a la universidad de Coimbra (Portugal) regentada por los jesuitas. Tras su ingreso en la Compañía de jesús, alentado por las cartas de San Francisco Javier, pide ser enviado a las misiones.
El hogar familiar
Junto a la Plaza del Adelantado se conserva todavía, la casa en la que nació y donde pasó sus primeros años. Era hijo de Juan de Anchieta Calayaran y Mencía Díaz de Clavijo, descendiente de la nobleza canaria.
Llegada a Brasil
Desde 1553, año en el que llega a Brasil acompañando a su amigo y provincial Manuel de Nóbrega, comenzó su misión empeñado en atender a los pueblos indígenas, aprendiendo su lengua y adoptando muchas de sus costumbres. Puso en marcha una misión en Piratininga, la actual Sao Paulo, con objeto de ofrecer formación a los indígenas.
La memoria tupí
Sus primeras labores como catequista en Brasil tuvieron como objetivo la tribu de indios tupís. Llegó a dominar tanto esa lengua que dejó escrita la primera gramática que se conserva de este idioma. Gracias a él se conservó y estandarizó.
Espíritu docente
En 1565 fue enviado a San Vicente de Rio de Janeiro, donde colaboró en la construcción de un colegio y un hospital. Entre sus obras literarias destacan un libro sobre medicina, una recopilación con detalles sobre la flora y fauna brasileñas y un ejemplar de poesía y cánticos religiosos.
Fallecimiento
Murió el 9 de junio de 1597 a los 74 años después de vivir tres en portugal y 44 en Brasil. Sus restos, con gran solemnidad y amor, fueron trasladados procesionalmente a Espíritu Santo, y en 1611, por orden del padre general Aquaviva, a un sepulcro elevado, junto al altar del colegio jesuita de Bahia.
Hubo que esperar hasta 1736 para que el Papa Clemente XII lo declarara como Venerable. El 22 de Junio de 1980, 244 años después, Juan Pablo II lo beatificó junto al también tinerfeño Hermano Pedro. Pasaron 34 años hasta que el Papa Francisco decidió que su obra y legado merecieron su canonización por la vía "extraordinaria", siendo canonizado en abril de 2014.
El pueblo antiguo de Reritiva es actualmente la ciudad llamada Anchieta, siendo considerado en Brasil como fundador de la nación y de la iglesia local al mismo tiempo que patrono nacional.
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