La calle que comienza en San Juan y termina en Candilas se denomina Manuel de Ossuna desde el año 1950, anteriormente se llamó José Chaves, en alusión a un vecino que vivió en ella, y mucho antes, aparece en documentos del siglo XVI como calle del Duque en referencia no a ningún título nobiliario, sino a un vecino llamado Juan González Duque. . Es una vía paralela a la calle Herradores, hasta tal punto que algunas de sus viviendas forman parte de la casa original como patios traseros, como es el caso de la Casa Mustelier, familia de origen francés que se instaló en La Laguna desde 1739, construida en el número 57 de la entonces calle de Los Mesones y número 8 de esta calle de Manuel de Ossuna.
Al comienzo de esta vía, por el lado derecho, estuvo ubicada hasta mediados del siglo XX, la herrería de Juan Tomás, con fragua de carbón y yunque de hierro para dar forma a las herramientas que se utilizaban en el campo lagunero para la agricultura. Este artesano del barrio de San Juan instaló los adornos de forja de los palcos y balcones del Teatro Leal.
Enfrente de la herrería estaba la escuela unitaria número 1 de niños, con su maestro al frente don Esteban Martín Mederos. En el mismo tramo de la calle y antes de llegar a la de Núñez de la Peña, se ubicaron los garajes Valencia, donde por primera vez en La Laguna se podían guardar los vehículos de forma colectiva, además tenía servicio de taller de mecánica y lavado de coches.
Por el lado derecho y en el segundo tramo de esta calle, se encuentra con el histórico callejón Maquila y a la izquierda, con la nueva vía denominada Escultor Paco Palomino.
Antes de llegar al final de esta calzada, por el lado izquierdo, se abre un callejón llamado La Marina, antiguamente se denominaba “callejón que va al tejar, que era el acceso a esta industria que estaba instalada en la vecina calle La Higuera“.
En esta calle, y con acceso también por La Higuera, se construyó un edificio de aparcamientos, que funciona en horario de 24 horas, que cuenta con una capacidad de 420 plazas y cuatro destinadas a personas con movilidad reducida. Este parking se instaló al lado del edificio de dos plantas donde estuvo la escuela unitaria de niñas número 2.
Ya casi finalizando la calle estuvo instalada la panadería de horno de leña donde se elaboraba el famoso “pan de codo“, justo enfrente de la calle Tizón.
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