Conocido por los santacruceros como el barrio de ‘El Monturrio’ debido a las formaciones rocosas que asolaban los terrenos, este emblemático barrio de la capital fue el tercero en conformarse, junto con Los Llanos y el Toscal. Debe su nombre al precursor y dueño de las fincas donde se construirían las edificaciones Luis Duggi, el cual fue ex alcalde de Santa Cruz. La delimitación del barrio se corresponde con el sector comprendido entre la Rambla Pulido, Avenida de la Asunción, la calle Galcerán y el Barranco de Santos. Las primeras construcciones se localizaron en el margen izquierdo e inferior de los terrenos, colindantes con la Carretera de La Laguna (actual Rambla Pulido) y la Maestranza (actual Calle Galcerán). Ya en 1852, el arquitecto Manuel de Oraá había construido el edificio de la maestranza, que se convertiría posteriormente en el Hospital y la Plaza de Pedro Schwartz. Además se construyeron pequeñas viviendas colindantes a estas construcciones del arquitecto municipal en las calles Serrano y Porlier. En estos momentos, sería el ayuntamiento quien enviaría a Duggi un plano y unas restricciones correspondientes con su ideal de ensanche de la ciudad hacia sus terrenos en los que se citan algunas cláusulas tales como: 1. El Ayuntamiento debería adquirir terrenos para la apertura de calles. 2. La presentación en el Ayuntamiento de planos de los edificios a levantar. 3. Sujeción a las alineaciones fijadas por el mismo. 4. Arbitrios sobre la licencia de construcción. Aunque la autorización para la urbanización del barrio Duggi no llegaría hasta 1888 de manos del Ministerio de Fomento, ya desde 1872 y 1881, Duggi habría costeado él mismo la apertura de algunas calles. La idea inicial del promotor sería, aconsejado por el arquitecto municipal Oraá y su visión de urbanización del Barrio de Los Hoteles, construir en los terrenos la propuesta de ciudad jardín, con la disposición de pequeños hotelitos con sus correspondientes zonas ajardinadas, pero este proyecto no prosperaría. Ya en 1900, sería el arquitecto Antoni Pintor el encargado de realizar los proyectos de barrio para estos terrenos, donde aplicaría también su máxima de creación de pequeñas viviendas obreras económicas e higienizadas. Pero este proyecto tampoco llegaría a buen puerto, y a su vez se fueron sucediendo diferentes proyectos municipales hasta que ya en 1930, los arquitectos Enrique Rumeu y Luis Cabrera, trazaran de forma definitiva los viales para el barrio y diversas reformas para el mismo como la restauración de la plaza de Duggi junto al colegio de San fernando. Hacia 1903, el barrio terminaría su expansión hacia los límites de la ciudad con el barranco de Santos y la zona alta, gracias a la inversión de Juan Sitjá y Capmany, el cual construyó cincuenta casas en los solares comprendidos entre la calle de Castro y la avenida de La Asunción.
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