LA INMACULADA CONCEPCIÓN (IGLESIA DE LA CONCEPCIÓN)

Óleo sobre lienzo de finales del siglo XVII. Obra de Pedro Atanasio Bocanegra, discípulo de Alonso Cano.

La devoción por la Inmaculada Concepción se remonta a la época bizantína y simboliza la llegada de la Virgen a la Tierra sin pecado alguno. Aparece vestida de blanco como símbolo de pureza, rodeada de estrellas y coronada por el Espíritu Santo. Está de pie encima de una luna en cuarto creciente como símbolo de fertilidad femenina y de embarazo. este tipo iconográfico fue tomado del Cantar de los Cantares y del Apocalípsis. La obra presenta un colorido vivo característico de la paleta de Bocanegra. El movimiento está presente en la figura a modo de composición barroca.

Fue restaurada en 1967.