IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN

VILLA DE LOS REALEJOS
- Arquitectura Religiosa. Iglesias -

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La Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción presenta las características propias de las iglesias tradicionales canarias, se trata de un templo de tres naves, con planta en forma de cruz latina, que está definida por los distintos cuerpos de una y dos alturas que conforman la edificación. El sistema de cubiertas que presenta está resuelto a tres y cuatro aguas con la tradicional teja árabe, ejecutadas sobre estructuras de madera de par e hilera, a excepción de la nave central, que presenta una estructura de par y nudillo. En sus fachadas, destacan las tres portadas de cantería en las que se aloja un arco de medio punto flanqueado lateralmente por pilastras y que presentan todas ellas soluciones propias de las portadas platerescas, además de la pequeña portada de piedra, de traza gótica con arco conopial con decoración cóncavo-convexa situada en la fachada norte.

La torre campanario, se encuentra situada en la fachada sur, está compuesta por tres cuerpos claramente diferenciados por su sección y por las cornisas de piedras que los rematan. El primero se alza sobre una planta cuadrangular con un óculo en cada cara, que da paso al segundo cuerpo de sección octogonal cuyas caras principales, rematadas mediante un frontón triangular, presentan un vano de medio punto donde se sitúan las campanas, y sobre ellos aparecen las esferas del reloj, el tercer cuerpo disminuye su sección y queda cubierto por una pequeña cúpula.

MUNICIPIO Los Realejos

ZONA Realejo Bajo

DIRECCIÓN Plaza de la Iglesia de la Concepción

COORDENADAS UTM

X 344393,53

Y 3140953,09

BIC, Categoría de Conjunto Histórico, Decreto 220/2005. BOC Nº 243 (14/12/2005)

BIC, Categoría de Monumento, Decreto 264/2003. BOC Nº 199 (30/09/2003)

Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Los Realejos ,"Inventario de Bienes Inmuebles de la Villa de Los Realejos. Isla de Tenerife", Excmo. Ayuntamiento de la Villa de Los Realejos, 2012.

Ayuntamiento de Los Realejos: 'Los Realejos, una síntesis histórica'. Los Realejos, 1995.

Programa Insular de Patrimonio Histórico, Cabildo Insular de Tenerife - C.I.C.O.P. España, 1996.

Guillermo Camacho y Pérez Galdós. “Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción del Realejo de abajo. La iglesia de Santiago Apóstol del Realejo Alto”, Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Los Realejos, Los realejos 1983.

La iglesia de Nuestra Señora de La Concepción se encuentra situada en la zona del Realejo Bajo, junto al antiguo camino real que iba a la Hacienda de Los Príncipes. Tiene su origen a partir de una pequeña ermita dedicada a Santa Ana, también comúnmente conocida como de Santa María, construida a principios del siglo XVI, próxima a los terrenos del adelantado. En 1533 es convertida en parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora de La Concepción.

La estructura actual es consecuencia de numerosas ampliaciones realizadas, marcadas por continuos problemas derivados de las condiciones del terreno. En 1532, tras la visita del tesorero de la catedral canariense Luis Padilla, se comienza la construcción de una nueva capilla, desarrollando el conjunto una planta en “L”, pasando la primitiva ermita a convertirse en Capilla Bautismal, donde se situó una pila de piedra, labrada en 1549 obra de Ruy Blas. En 1590 el obispo Don Fernando Suárez de Figueroa, debido a los problemas de espacio que aún se presentan, propone que se levanten las dos capillas laterales, conformando de este modo una planta de cruz latina.

Ya en el siglo XVII, se construyen las naves laterales, de la mano del maestro de obras Manuel Penedo, junto con Luis Morales, también encargado de las labores arquitectónicas, decidiendo probablemente ampliarlas hacia el norte, ejecutando la nave central y la del Evangelio, quedando de este modo la ya existente transformada en la nave de la Epístola. Ya a finales del siglo XVII entre 1697 y 1701 se realiza la ultima fase constructiva, en la que se mejora las proporciones de la edificación, aumentando también su altura, en esta fase los vecinos recaudan fondos para afrontar parte de los gastos, se donan parte de los materiales, y además de ofrecerse otros vecinos para trabajar en la obra. Es el maestro cantero Bartolomé Rodríguez quien se encarga de desmontar la fábrica, para su posterior reutilización, además se adquieren las maderas para la realización de los artesonados que cubrían las naves y capillas, ejecutados por los carpinteros Lorenzo Hernández y Julián Sánchez, piezas de raíz mudéjar, de gran calidad, que tristemente desaparecen tras ser pasto de las llamas en el año 1978 tras un incendio que destruyo parcialmente el edificio.

Este incendio además destruyo todo el patrimonio mueble que albergaba en su interior, salvo la Imagen de la Virgen del Rosario (siglo XVII), y de la Dolorosa (siglo XVIII) atribuida a Rodríguez de Oliva que en ese momento no se encontraba en la iglesia, también se salvan algunas piezas de orfebrería, como la Custodia de la segunda mitad del siglo XVIII, y la cruz procesional, que se trata de la primera obra plateresca realizada en canaria en 1563 por Francisco de Soto. También se salvaron tejidos, y la documentación que se encontraba en la casa parroquial fuera del alcance del fuego.

Tras la intervención de finales del siglo XVII principios del XVIII, a pesar del incendio sufrido, la disposición arquitectónica adoptada en esta intervención, es la que actualmente se mantiene, además sus portadas de cantería no se vieron gravemente afectadas. La única modificación en cuanto a la disposición, fue la torre campanario de principios del siglo XX que sustituye a la espadaña original, esta torre tras el incendio, debido al mal estado que presentaba se decide demolerla y se traslada a la fachada sur.

Tras años de reconstrucción, es nuevamente abierta al culto en 1993, y se dota su interior con la realización de retablos, adquisición de imágenes, lienzos, y objetos de culto. Donde actualmente nos encontramos, entre otros, el retablo de Nuestra Señora del Rosario, realizado por el carpintero José Hernández Siverio y su equipo, quienes también ejecutaron los artesonados de naves y capillas. Las imágenes en su mayoría son obras de Ezequiel de León, quien se encarga de realizar, Nuestra Señora de La Piedad, San Juan Evangelistas, Ntra. Sra. de los Afligidos, Nazareno, Ecce Homo, Cristo de la Redención y la imagen del Cristo Difunto. Destacan lienzos como el de Nuestra Señora de la Rosa, San Pedro, San José, Nuestra Señora de la Antigua del siglo XVII, además de otros más recientes, como el de las Animas del Purgatorio de Eleuterio Garrido.